Comentario de texto de un fragmento de ensayo de “La mujer y sus derechos” de Carmen de Burgos

Comentario de texto de un fragmento de ensayo de “La mujer y sus derechos” de Carmen de Burgos

Carmen de Burgos Seguí (Rodalquilar-Almería, 10 de diciembre de 1867-Madrid, 9 de octubre de 1932). Escritora, periodista y profesora. Pertenenciente a la Edad de Plata de la literatura española. Primogénita de diez hermanos, y recibió la misma educación que sus hermanos varones. Su primer contacto con el periodismo fue a través de la imprenta y el periódico Alemería Bufa, que dirigía su marido. Fue tras su divorcio que desarrolló su preocupación por los grupos sociales menos favorecidos, principalmente el de las mujeres y los niños.

Y es el periódico fundado en 1903 Diario Universal, dirigido por Augusto Suárez de Figueroa, quien la contrata para escribir una columna femenina de entretenimiento y le da el pseudónimo de Colombine. Su columna era Lecturas para la mujer, y aunque al inicio sí escribió sobre belleza y asuntos domésticos, fue introduciendo su pensamiento de lucha femenina, ganándose como enemigos a la iglesia y grupos conservadores por defender la idea sobre la educación como vía para la liberación digna de la mujer.

Su ensayo La mujer y sus derechos (1927), fue escrito en el contexto de los primeros años del siglo XX, es un texto en el que promueve la emancipación femenina y la igualdad de género, en una época en la que las mujeres comenzaban a cuestionar su papel tradicional en la sociedad española. Esta obra forma parte de un movimiento más amplio en Europa, que, buscaba la reforma de las estructuras patriarcales y otorgar a las mujeres los mismos derechos civiles, políticos y educativos que a los hombres.

Este escrito por Burgos es resultado, primero, de su experiencia personal en la primera etapa de su vida, un periodo donde las mujeres en España carecían de derechos fundamentales como el voto, el acceso a una educación superior y/o la capacidad de administrar su propio patrimonio. Y segundo, por las luchas femeninas en las que se involucró muchas veces como líder. Por lo que su obra se inscribe en un período de transformación social, aunque las reformas tardarían décadas en aplicarse.

Y precisamente en este fragmento, que se encuentra compuesto por ocho párrafos. Una narración, un discurso subjetivo en tiempo presente, a partir de la experiencia vital y social de su tiempo, cumple la función de la transgresión, porque va contra las prohibiciones de las libertades de un sector de la población.

Burgos argumenta sobre la desigualdad y el desdén masculino hacia la mujer en el ámbito literario y académico. Expone sobre la exigencia casi sobre humana a la literatura y desempeño femeninos y por otro lado la reserva casi obligada del tema erótico por su sexo. También sobre la comparación ilógica que se hace sobre la capacidad intelectual de mujeres con hombres genio, cuando a los hombres de poca capacidad nunca se les compara con las mujeres sobresalientes.

Finalmente, este texto plantea una situación que sigue vigente, al menos en el espacio mexicano, donde la sociedad tiene puestos los ojos en la mujer. Sea en el ámbito que sea, se exige de la mujer perfección (Burgos, 2018, pp. 112-114), y no solamente en una función laboral, sino en la doméstica. Dos trabajos que debe mantener en orden y funcionando a la perfección o recibe amonestaciones por parte del jefe, la familia y sociedad en general, por ser mala madre y mala empleada.

En cuanto al ámbito literario y académico, se quiere comparar a toda mujer solo con los hombres de genio, y no se compara nunca a los ineptos y mediocres con las mujeres geniales (Burgos, 2018, pp. 112-114). Esto, porque muchos de los hombres mexicanos acostumbran a la verborrea sin decir nada significativo, pero se les premia, como a los presidentes que han ocupado la silla. Pueden desfilar con título de doctores, apenas hablando un segundo idioma y con lecturas rezagadas de otros años que reciclan en sus trabajos y son premiados. En cambio, la mujer debe apenas dormir, puede hablar hasta tres idiomas, estar al día con la literatura, hacer proezas y si es guapa, apenas se le felicita unos días para relegarla al olvido después, tal como lo ha expuesto Elena Poniatowska en sus obras.

Fragmento

 «Generalmente se pretende de la mujer una literatura especial. Se desea una literatura reveladora que inició desdichadamente Colette, tan gran artista, por la influencia de Willy, que le hizo no dar en sus libros lo mejor de su espíritu, sino exagerar sensaciones que no son de naturaleza femenina.

Hay quien quiere hallar en los libros femeninos lo que el pudor hace inconfesable. Esos gritos de deseo carnal que resultan bellos en la poesía de Juana de Ibarbourou porque se encuentran en su entraña, tan unidos a su alma y a su cuerpo, que llegan a adquirir ya una pureza casi mística, pero no pueden formar escuela.

Se exige de la mujer perfección. Los críticos, hombres generalmente, la tratan, salvo honrosas excepciones, con desdén o con una galantería más perjudicial aún. En casi todas las críticas, en todas las entrevistas con una mujer, el hombre hace valer su masculinismo para dirigirle alabanzas a la belleza, que merman el valor de los juicios a su intelectualidad; o para mortificarla con el ridículo, si no es joven y bella.

No se deslinda en esto el campo de la actriz y la escritora, que no necesita la exhibición personal al público, sino la madurez de su talento.

Se suele ser inclemente con la labor de la mujer, sin tener en cuenta el mayor número de nulidades y de casos de arribismo de los hombres, no por inferioridad de ellos, sino por el mayor número que concurre y las grandes facilidades que se les dan.

Se quiere comparar a toda mujer solo con los hombres de genio, y no se compara nunca a los ineptos y mediocres con las mujeres geniales. Para cada escritora sin valor hay un millar de hombres en igual caso.

Las Academias cierran obstinadamente sus puertas a la mujer. La Academia Francesa no tiene miembros tan ilustres como algunas de las damas que rechaza. La condesa de Noailles ha sido admitida en la Academia de Bélgica, mientras que le ha negado ese honor su propio país. Mme. Aurel presentó su candidatura y pensó en fundar una Academia de damas.

En nuestra Real Academia Española tuvo entrada doña María Isidra de Guzmán y de la Cerda, protegida de los Reyes, que a su talento y galano decir unía el encanto de sus años juveniles y su belleza. Pero después se cerró a piedra y lodo para las damas» (Burgos, 2018, pp. 112-114).

Bibliografía

Instituto Cervantes. (14 de Diciembre de 2024). Obtenido de Carmen de Burgos. Biografía: https://www.cervantes.es/bibliotecas_documentacion_espanol/creadores/burgos_carmen_de.htm

Historia. National Geographic. (14 de Diciembre de 2024). Obtenido de Carmen de Burgos, la voz pionera del feminismo en España: https://historia.nationalgeographic.com.es/a/carmen-burgos-voz-pionera-feminismo-espana_15868

Biblioteca Nacional de España. (14 de Diciembre de 2024). Obtenido de Burgos, Carmen de: https://www.bne.es/es/autores/burgos-carmen

Cela, B. B. (14 de Diciembre de 2024). Real Academia de la Historia. Obtenido de Carmen de Burgos Seguí: https://dbe.rah.es/biografias/4656/carmen-de-burgos-segui

Dolores, J. M. (14 de Diciembre de 2024). EDBA Diccionario biográfico de Almería. Obtenido de Carmen de BURGOS SEGUÍ: https://www.dipalme.org/Servicios/IEA/edba.nsf/xlecturabiografias.xsp?ref=69